En la década de los años cincuenta a los sesenta, allá por el año mil novecientos cincuenta y ocho aproximadamente, se construyó el almacén del trigo ubicada a las afueras del pueblo en la carretera de Hinojal.
Por aquella época había pocos medios de transporte para acarrear la piedra de la pedrera que se encuentra a unos cincuenta metros aproximadamente, hoy tapada, que es de lo que está hecho el edificio, debajo del suelo de este había grandes peñas y muy altas sobre todo por la parte de abajo, donde jugábamos lo críos cuando éramos niños.
El contratista de la obra era de Talaban llamado Pino, la mayoría de las piedras fueron sacadas por Macarro y transportadas con carro por el Romo, fue inaugurada por el Gobernador Civil Don Licinio de la Fuente, siendo alcalde del pueblo D. Pedro Cerro Flores.
Este edificio pertenecía a la desaparecida cámara agraria que al ser extinguida pasó al Ayuntamiento, donde se pretende hacer un pabellón multiuso para recreo, en aquellos tiempos se llenaba toda la explanada de caballerías y carros y algunos camiones que venían de fuera, para llevar y traer trigo, este edificio llegó a llenarse hasta el techo se ponían unos tablones para poder subir con los costales llenos hasta pegar con las vigas del techo de un lado a otro.
Recuerdo que dábamos la vuelta los chavales subidos en la poyata que tiene por fuera a todo alrededor, en aquella época había mucho trasiego de ir y venir con las caballerías cargadas con los costales a depositarlos allí, había varios empleados entonces.
Hoy sirve y hasta tanto se terminen las obras de rehabilitación para recoger utensilios del Ayuntamiento, está situado frente al polideportivo y las piscinas entonces no había nada de eso solo eran eras donde se trillaba ni tampoco estaban las casas hechas por la junta de Extremadura, solo había eras y pedreras.
Toda esta historia es verídica seguro que el lector que lo lea le encantará saber lo que es ha sido y será este edificio, que a buen seguro será para el pueblo una gran ayuda como pabellón multiuso.
Derechos de autor: José Mª Barroso Cerro.